Aprender haciendo: la importancia de las prácticas en la formación – JuanSoñador Villamuriel
Desde el equipo educativo de Casa Don Bosco, en Villamuriel, Javier -educador- y Alba – alumna en prácticas- nos cuentan su experiencia:
“Hace ya ocho años que arrancó mi andadura profesional en la Casa Don Bosco. Durante todos estos años en los que llevo formando parte de este equipo educativo he compartido momentos con gente que continúa desde el primer día; otros han ido y venido y otros han pasado por allí dejando algún tipo de huella. En el artículo de este mes me gustaría resaltar una figura de la que podemos disfrutar año tras año y que no solo aporta ganas y trabajo, sino una ilusión inmensa por adentrarse en este variopinto mundo de la Educación Social. La figura del alumno/a de prácticas.
Todos los años, en la Casa Don Bosco, recibimos de la facultad de Educación Social de Palencia a dos alumnos/as para realizar sus asignaturas de prácticas. Primeramente, una persona de tercer curso, que viene durante un mes y más adelante otra de cuarto con sus estudios a punto de finalizar y con el corazón encogido ante el abismo de adentrarse en el mundo laboral.
Esta semana Alba, una jóven de Vitoria que dejó su casa para venir a estudiar a Palencia la carrera que deseaba, termina su Prácticum con nosotros. Tras su paso por la Casa le pedí poder colaborar conmigo para componer este texto y resaltar su gran trabajo, empeño y ambiciones durante estos meses.
¿Qué te hizo elegir la Casa Don Bosco para realizar tus prácticas?
Desde que comencé la carrera tenía mucho interés por realizar las prácticas en un centro de este estilo para poder conocer más a fondo el colectivo. Sin embargo, a la hora de elegir las prácticas me entraron muchas dudas, no sabía qué lugar escoger. Estuve hablando con un compañero de clase que había hecho las prácticas de tercero aquí y en esa conversación me contó lo a gusto que él había estado y lo mucho que había aprendido; esto fue lo que hizo que me decantase por la Casa Don Bosco.
¿Cómo te has sentido y qué destacarías del proyecto durante estos meses?
Durante los tres meses de prácticas dentro de la Casa Don Bosco me he sentido muy cómoda. Sois un Equipo Educativo que generáis un ambiente muy agradable y, aunque al principio entré muy nerviosa, me acogisteis desde el primer momento, dándome la confianza suficiente para participar en todas las actividades de la Casa.
Quiero destacar la buena organización que tenéis y lo mucho que os apoyáis dentro del equipo. Hay veces en las que el trabajo puede resultar algo cargante, pero siempre estáis ahí para ofrecer ayuda y apoyo, sois como una gran familia.
¿Qué visión tienes sobre tu futuro y la Educación Social tras finalizar la Universidad?
En relación con mi futuro me encantaría encontrar un trabajo en el que me sienta tan bien y tan a gusto como lo he estado durante mis prácticas en la Casa Don Bosco. Tras pasar por diferentes áreas sociales, como la discapacidad y menores en riesgo de exclusión social, creo que he encontrado más afinidad dentro de este segundo campo en el que me gustaría desarrollarme como educadora social.
En cuanto a la Educación Social, tras acabar el grado he podido comprobar lo necesaria que es la figura del educador social, puesto que aporta una visión más amplia de la sociedad pudiendo trabajar infinidad de aspectos con el fin de mejorar la vida diaria de las personas.
Para terminar destacar que en estos años, algunos de los que hoy son mis compañeros, hicieron sus prácticas con nosotros. Es una puerta al mundo laboral que muchas veces se abre debido, más que a la puesta en práctica de los conocimientos adquiridos durante tantos años de estudios, a las esperanzas y la vocación por esta gran profesión que es la Educación Social. Desde aquí desear la mayor de las suertes a Alba y a todos aquellos que se estén adentrando en este maravilloso mundo. Todo gran sueño comienza con un gran soñador.”
