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María

María

María es otra de las personas que colaboran en los proyectos de infancia en JuanSoñador Lugo. Lleva ya un año como voluntaria y antes había sido participante.

A sus 19 años está en Lugo durante la semana pero sus fines de semana se dividen entre Meira y Pastoriza. Hablando con ella rápidamente se aprecia que es una chica muy cercana y auténtica, y aunque ha tenido fama de impuntual cuando era participante, el voluntariado le ha ayudado a “saber que tienes esa responsabilidad, por lo que me ayuda a ser más madura y a ser puntual”.

Sin duda, su paso como participante ha sido clave para que siguiese vinculada a la Fundación JuanSoñador: “No me quería marchar. Llevaba aquí mucho tiempo y estaba contenta, y también me gusta mucho el trabajo con los niños y las niñas”. Y añade que poder seguir participando en los campamentos, ahora desde el otro lado, también suma.

María nos contaba que, a pesar de que ya conocía al equipo, su primer día como voluntaria lo empezó nerviosa, pero una vez que vas conociendo a los niños y niñas y las dinámicas, vas cogiendo confianza.

“Me gustó muchísimo mi primer año de voluntariado”. Y se nota, porque la buena experiencia en las actividades como voluntaria la ha animado a formarse en este ámbito haciendo el curso de Monitora de Tiempo Libre. Sigue colaborando con el apoyo escolar y, fundamentalmente, con el tiempo de ocio, con juegos y actividades que se programan previamente “y cuando algo te obliga a improvisar, pues también lo sacamos adelante”. Está, sobre todo, con el grupo de 3 a 6 años: “Aunque alguno un poco traste siempre hay, este grupo se lleva muy bien”. Y añade entre risas que a estas edades “aún no se rebotan”.

Lo que más le gusta de la Fundación es: “Que se ve que el trabajo está muy bien estructurado, bien planificado”. Y anima a la gente que todavía lo dude: “El voluntariado es una experiencia muy buena. Te relacionas con otras personas y aprendes cosas nuevas. Sobre todo, aprendes.”

Gracias, María, por tu paciencia, por tu tiempo y por seguir siendo una soñadora, aunque cada vez más puntual y más madura 😉

¡Gracias por la conversación y por las sonrisas!