Con tan sólo 17 años, y una autorización familiar firmada, Ángela es una de las personas voluntarias en Teranga Ourense. Conoce la Fundación JuanSoñador porque su tía forma parte del equipo educativo de Ourense y ella no ha dudado nunca en participar y/o colaborar en todo lo que ha podido.

Durante este verano ha decidido dedicar dos mañanas a la semana para colaborar en el apoyo educativo de dos niñas que residen ahora mismo en la vivienda de emancipación que el programa tiene en la ciudad. Pero no sólo, ya que también colabora otros días especiales en los que se necesitan más manos que de costumbre. Y en realidad tampoco ha empezado este verano, porque Ángela ya colaboró en las Semanas de Inclusión Social dando apoyo en los Magostos Interculturales de 2015 y 2016.

Anima sin dudarlo a aquellas personas que se estén pensando en hacer voluntariado: “Tienen que animarse. Para ser voluntario/a se necesita tener ilusión, paciencia y ganas. Definiría el voluntariado como felicidad.”

Durante la conversación mantiene una sonrisa permanente que contagia una ilusión arrolladora. Y “felicidad” es la palabra que más repite mientras hablamos de su experiencia como voluntaria.

El día que adquirió su compromiso de voluntariado y que trajo la autorización firmada (necesaria al ser todavía menor de edad) le dieron una pulsera de la Fundación donde viene el lema #AcompañandoSueños #TransformandoRealidades. Ese día se la puso y todavía la lleva puesta: “Hasta que me rompa, yo ya no me la quito”.

¡Gracias soñadora!

¡Por tu colaboración y por todo lo que transmites!

#AcompañandoSoños

#TransformandoRealidades