Desde la Casa Don Bosco, en JuanSoñador Villamuriel, nuestra compañera Raquel nos cuenta como es un día en este proyecto:
“Me gustaría compartir con vosotros cómo vivimos “un día cualquiera” en la Casa Don Bosco. Soy Raquel, educadora en la Fundación JuanSoñador desde el comienzo de este Proyecto en Villamuriel de Cerrato (2009).
Por la mañana, en la Casa es todo silencio. Los niños se van al colegio o al instituto. Sólo se escucha el ruido de los educadores/as, del personal de mantenimiento, limpieza, cocina y del director, que trabajamos para que todo esté preparado cuando los chicos y chicas regresen del cole.
A partir de las dos de la tarde vuelve el alboroto. Los niños y niñas llegan del colegio y van llenando la casa de risas, historias que les han sucedido en clase y algún que otro enfado si el “profe” les ha regañado o han suspendido algún examen. Ahora toca poner la mesa y reponer fuerza con los ricos alimentos que nos han preparado. Después de una sabrosa comida, toca hacer las tareas y recoger. Entre todos nos organizamos. Educadores/as y niños/as hacen la parte que les corresponde ese día. De acuerdo con su edad, cada niño/a se responsabiliza de determinadas labores domésticas y de mantener el orden de su habitación, siempre acompañados por los educadores y educadoras en este proceso de adquisición de autonomía y aprendizaje.
Después de un rato de sobremesa con juegos, tele y futbolín, llega el momento que menos les gusta: ¡es la hora del estudio! y aunque siempre se quejan un poquito y se hacen los remolones, acaban haciendo bien sus deberes.
Por las tardes los niños y niñas, suelen tener actividades extraescolares como fútbol, baloncesto, clases de baile, fotografía, etc. En estos espacios, no solo socializan con otras personas del barrio y del municipio, sino que se divierten, hacen deporte y, sobre todo, generan nuevas inquietudes abriendo su mente a experiencias diferentes. El tiempo libre es empleado por cada uno/a según gustos, edad y aficiones. Algunos/as son más caseros y prefieren, sobre todo cuando hace frío, pasar la tarde en Casa jugando a algún juego de mesa, a la consola o simplemente viendo la tele. Por el contrario, hay otros/as que quieren salir a la calle siempre que pueden, ya sea para estar dando una vuelta con sus amistades, para correr con los patinetes o para “dar unas patadas al balón” en las pistas que hay junto a la Casa. Los jueves por la tarde es un día “de nervios” ya que es cuando se entregan las propinas, a cada uno/a la que le corresponda por edad, y según se haya portado durante la semana. Después de un día agotador, es el momento de ir bajando el ritmo. Ahora lo que apetece es darse una ducha, ponerse el pijama y a cenar. Un ratito de sobremesa viendo la televisión o leyendo un buen libro y… ¡dulces sueños! Ah, se me olvidaba hablar del día favorito de nuestros chicos y chicas; el viernes todo es juerga y alboroto. Hoy, si no es por fuerza mayor, ¡no se hace el estudio! Por fin llegó el fin de semana y cada uno tiene mil planes ilusionantes para hacer (vamos al cine, hacemos excursiones, participamos en actividades y fiestas, etc.). Así que, a disfrutarlo, que después de una semana tan intensa, ¡nos lo hemos merecido!
Y como podéis ver, nuestro día a día, con las rutinas y la convivencia que establecemos con nuestros chicos y chicas, no es muy diferente a la de cualquier familia que se quiere y se apoya. Nuestro estilo de trabajo tiene como referencia el modelo pedagógico de Don Bosco, el “sistema preventivo”, a través del cual generamos un ambiente de familia, amabilidad, paciencia, escucha, diálogo, confianza y presencia continuada, generando espacios de desarrollo personal y de integración social.”