Los sueños forman parte de nuestra condición humana. Soñar significa anhelar de forma persistente algo. Bien es cierto que algunos sueños son imposibles, pertenecen al mundo de la fantasía, pero otros, se imbrican en nuestros objetivos de vida.
El pasado 5 de mayo cuatro soñadoras de nuestra Fundación acudieron al CEIP A Ponte de Ourense para compartir con el alumnado de 6º de Infantil la forma en la que desde el Programa Teranga Ourense acompañamos los sueños de las personas.
Esta experiencia se enmarcó dentro del proyecto “Las profesiones” y, a través de este, nuestras compañeras realizaron diferentes actividades para hacer llegar a este grupo la labor desarrollada dentro del marco de la educación e integración social en nuestro programa.
Como en ocasiones sueños y fantasías se presentan en dualidad, se inició con la actividad “Había una vez un niño que se llamaba Juan Bosco”. Por medio de este bonito cuento se explicó la figura de Don Bosco –vida y obra- y cómo el mundo onírico de un niño tan pequeño germinó en lo que hoy en día es la Fundación JuanSoñador.
Se continuó con una representación de lo que es el día a día de nuestro centro. Acercándoles así escenas del punto de encuentro, las clases de formación o nuestro querido café compartido.
Finalmente, llegó el turno de la yincana de los sueños posibles. Estos sueños posibles parten de los derechos básicos; casa, trabajo, educación y asistencia sanitaria. El objetivo de esta actividad fue empatizar con la realidad de las personas que migran, de cómo los derechos pueden ser sueños cuando vienes de un lugar en el que su acceso es un imposible y, de cómo, a través de nuestra labor, caminamos junto a estas personas para la consecución de sus derechos. Y, caminamos también, para la realización de sueños que vayan un poco más allá. Sueños que no sean necesidades. Simplemente, sueños que sean anhelos ilusionantes.
Desde JuanSoñador queremos agradecer al equipo de profesoras de 6º de Infantil la invitación a participar en un proyecto tan necesario. Agradecer, asimismo, la oportunidad de compartir con las y los más pequeños la ilusión de seguir soñando por una educación e integración social que llegue a todas las personas.