Entre el final y el inicio está el Km 0. Esa etapa en el año a la que llamamos verano y en la que disfrutamos mientras nos despedimos del curso y preparamos el nuevo comienzo.
Podríamos pensar que este verano ha sido uno más, con sus actividades, con las chicas y chicos por el local, sol, calor y pantalones cortos, pero no, hemos ido más allá quedándonos en el Km 0.
Es un Km 0 de finales y comienzos donde hemos dado mucho protagonismo a estar allí donde nos pudieran encontrar y sabiendo sacar partido a todo lo que tenemos cerca. Nuestro Km 0 se ha hecho presente en el campamento, donde hemos trabajado el medio ambiente, el comercio de proximidad, el cuidado de la naturaleza. También, en ese campamento pusimos la mirada en unos años atrás cuando la tecnología estaba en plena revolución volviendo por ejemplo al “origen” de lo que ahora nos parece imprescindible para nuestra comunicación, el teléfono.
Muchas actividades divertidas, risas, confidencias compartidas y nuevas amistades se han fraguado este verano para hacer más sencilla la vuelta al curso, a la normalidad, a las responsabilidades, por ello seguimos apostando por ser ese Km 0 en sus vidas. Fomentando un espacio Km 0, donde siempre se puede volver a empezar, con objetivos, propósitos y las puertas abiertas para nuevas oportunidades en cada uno de los proyectos personales de los chicos y chicas que asisten al proyecto. Como no, un Km 0 para este nuevo curso con mucha ilusión en programar y compartir con la gran familia que se va formando y transformando cada año entre estas paredes para brindar la posibilidad que desde el Km 0 lleguen tan lejos como sueñen.