La vivienda dispone de 6 habitaciones individuales (una de ellas doble) con un máximo de 7 plazas.
La vivienda se regula en una unidad de convivencia reducida que favorece un trato afectivo y una vida cotidiana normalizada, en un ambiente de seguridad y protección que beneficia al menor.
Este modelo de organización favorece la atención integral de las necesidades de los y las menores de una manera más individualizada, traduciéndose esta labor en un desarrollo personal del/la menor más eficaz.
El equipo educativo está formado por cinco educadores/as durante todo el año y una/a educador/a más durante el periodo de verano, como refuerzo para cubrir las vacaciones. La actividad educativa del equipo se complementa con el apoyo de personas voluntarias y estudiantes en prácticas de la Facultad de Educación Social.
Objetivo
Los objetivos principales de la labor educativa están encaminados a ofrecer a los y las menores en situación de riesgo o desamparo una alternativa a su familia, integrándolos en una convivencia menos disruptiva, más normalizada y adecuada a sus necesidades.
Se trabaja su autonomía personal, se potencian sus capacidades y se trata de eliminar las trabas que impiden su desarrollo personal.
Se fomenta en los y las menores valores como los de solidaridad, respeto, disponibilidad, tolerancia e igualdad y, en general, los principios básicos de convivencia.
Actividades
Las áreas de intervención con las que se trabaja de manera individualizada son:
- Tareas propias de convivencia en el hogar (limpieza, orden, cocina, etc.)
- Actividades de formación académica.
- Dinámicas de prevención de hábitos nocivos y consumo de tóxicos.
- Tareas que promueven la autoestima y las habilidades sociales.
- Actividades de salud, higiene y alimentación sana.
- Actividades lúdicas, culturales y deportivas