En esta era digital, el acceso sin precedentes a la información es un tesoro invaluable. Internet se ha convertido en una puerta abierta al mundo para esta generación. Una llave digital que desbloquea un universo de posibilidades de aprender, explorar y conectarnos a solo un clic de distancia. Lo que alguna vez fue impensable, ahora se encuentra al alcance de sus manos, permitiéndoles desafiar los límites y descubrir horizontes nuevos de formas que antes eran inimaginables.
Si nos adentramos en el mundo adolescente, la facilidad de acceso a información relacionada con la sexualidad ha permitido que los/as adolescentes obtengan respuestas a sus preguntas y curiosidades de manera más rápida, y a menudo fiable, en comparación a generaciones anteriores. En lugar de depender únicamente de fuentes limitadas o mitos populares, la juventud puede investigar y aprender sobre la anatomía, la salud sexual y las relaciones de una manera más completa y precisa a golpe de teclado. Pero por otra parte, también está más expuesta a la pornografía en línea, que puede llevar a una comprensión distorsionada de la sexualidad, ya que ésta se centra en la búsqueda inmediata de placer, la cosificación o la representación de interacciones sexuales en muchas ocasiones poco realistas y violentas. Esto puede dar lugar a que surjan problemas de autoimagen, inseguridades y dificultades en la construcción de relaciones íntimas basadas en el respeto mutuo y la comunicación.
Desde el Centro de Día Alalba nos preocupa observar informes o noticias que señalan un aumento del 45,8% en agresiones sexuales cometidas por menores de edad en 2022 en comparación con el año anterior. Realidades que nos encontramos en nuestro trabajo de día a día. Estos datos reflejan la importancia de abordar de manera efectiva la educación sexual y la prevención de la violencia sexual en jóvenes, así como la necesidad de una respuesta adecuada por parte de las autoridades para proteger a las víctimas y proporcionar apoyo a los jóvenes involucrados.
Estos datos alarmantes guardan una estrecha relación con las estadísticas que indican que una gran cantidad de adolescentes se exponen de forma regular y a edades muy tempranas a contenido pornográfico. Estamos dejando en manos de la industria de la pornografía una parte significativa de la educación afectivo-sexual de nuestras generaciones futuras y esta industria, en muchos casos, está vinculada a actividades ilegales y dañinas, como la trata de seres humanos y la explotación sexual.
En lugar de demonizar esta realidad, podemos adoptar un enfoque más positivo y constructivo. Es responsabilidad de padres, madres, educadores/as y de la sociedad en general acompañar a los/as jóvenes a través de este inmenso océano de información, ayudándoles a interpretar lo que ven y a comprender que la sexualidad es diversa.
La educación afectivo-sexual debe ser un faro de luz en medio de estas aguas digitales. Dejemos que sea una fuente confiable de conocimiento, orientación y comprensión. La empatía es una brújula valiosa en este viaje. Comprender que los y las adolescentes pueden sentir curiosidad es crucial para abordar la educación sexual de manera efectiva. Escuchar sus preguntas, inquietudes y experiencias es fundamental para acompañarlos en el camino hacia una comprensión más saludable, responsable y placentera de la sexualidad.
Por eso, como educadores/as, nuestro compromiso es seguir aprendiendo y formándonos para poder estar ahí desde la comprensión y la empatía, y ayudar a los/as adolescentes a navegar con seguridad y confianza en este mundo digital en constante evolución y que presenta desafíos y oportunidades únicas.
Vuelve en grupo de mujeres Malaikas en Oviedo
La Fundación JuanSoñador en Oviedo ha reabierto este mes la convocatoria de plazas para formar parte del Proyecto Malaikas, un espacio para mujeres migrantes de la ciudad enfocado a crear redes de apoyo y a la inserción laboral. Aquí os dejamos más información: