Elena, educadora en la Casa Don Bosco en Villamuriel comparte esta carta donde nos cuenta su experiencia:
“Mi nombre es Elena, y aunque llevo relativamente poco tiempo como educadora social en la Casa Don Bosco de Villamuriel, soy vecina de este pueblo desde el día en que nací hace 32 años. Por lo que antes de trabajar aquí, ya era conocedora del trabajo que se viene realizando en el municipio. Y es por esto por lo que he decido contaros en este espacio la importancia de este municipio en el proyecto educativo de la Casa Don Bosco y cómo beneficia a nuestros chicos y chicas estar en este lugar, a mis ojos, privilegiado.
Antes de comenzar, quiero destacar un proverbio africano que cobra mucho sentido para nosotros y nosotras. “Para educar a un niño, hace falta una tribu entera”. Es importante comprender que nuestro modelo educativo, basado en las enseñanzas de Don Bosco, también pasa por entender que la educación es una responsabilidad de todos y todas, y la participación y el desarrollo social y comunitario de nuestro entorno, ha favorecido la mejora de la calidad de vida de los jóvenes que pasan por nuestras manos.
Os pongo en contexto. Villamuriel es un municipio de más de 6. 485 habitantes (en 2021), ubicado en la zona sur de la provincia de Palencia. El aspecto más destacable de nuestro pueblo es el número de población joven. Es uno de los municipios de la provincia con mayor cantidad de niños, niñas y jóvenes, y con un crecimiento positivo de la población, aspecto que favorece el asentamiento y genera el desarrollo de un gran número de actividades culturales, deportivas, de ocio y participación dirigidos exclusivamente a este grupo, en el que encajan perfectamente nuestros jóvenes
Los servicios que tiene el municipio van desde dos centros de educación infantil y primaria a dos centros de educación secundaria, siendo uno de ellos de nuestra entidad Salesianos, teniendo acceso este último a ciclos formativos de grado medio y superior y formación profesional básica. Además, la conexión y cercanía con la capital es muy buena, por lo que los jóvenes también tienen acceso a otros recursos educativos si lo desean.
Si hablamos del uso del tiempo libre, desde el Ayuntamiento se ofertan un gran número de actividades culturales y deportivas en las que suelen participar, desde fútbol, baloncesto, baile, fotografía, manualidades… Además, existen dos recursos fundamentales que ayudan a favorecer la participación: el Centro Joven y el Centro Juvenil Don Bosco. A través de estos servicios, favorecemos la relación con sus iguales en el desarrollo de las actividades que programan de todo tipo, desde juegos, apertura de espacios, participación como voluntarios en diversas actividades, uso de nuevas tecnologías…
Para nuestro proyecto se hace fundamental la idea de favorecer un entorno seguro, estable y donde puedan seguir siendo lo que son; niños, niñas y jóvenes. Por ello, tener una red cercana que favorezca su desarrollo personal y social a través de la realización de actividades tan cotidianas, pero a la vez tan trascendentes dentro de la interacción social y la construcción de su identidad que se necesita a estas edades, nos ayuda a dar opciones a nuestros jóvenes. El desarrollo de espacios seguros, donde la mochila s no pese tanto, y puedan expresarse, relacionarse y ser acompañados como el resto, nos ayuda, y mucho en nuestra tarea diaria.
Los teóricos afirman, que nuestro bienestar físico y mental depende de emociones positivas que derivan en gran medida de actividades satisfactorias con otras personas. Estos sentimientos positivos proporcionan energía y motivación para continuar participando (Wells, 2004). Por ello es fundamental tener claro que, aunque nosotros los acompañemos en su día a día, e incluso en ocasiones podamos ser sus referentes, las relaciones con otras personas son fundamentales. Así que cuando el entorno favorece escenarios de participación igualitaria, donde puedan ser uno/a más, les abrimos a un mundo de posibilidades infinitas y el acceso a una red donde puedan sentirse como en casa, que al final es nuestro objetivo principal.
A través de los recursos que tenemos a nuestro alrededor vamos a mejorar su percepción social (la propia y la que posee la comunidad) y darles herramientas para que crezcan con una perspectiva de futuro en la que sientan su inclusión en cualquier ambiente en el que participen, fomentando espacios sanos, seguros y cercanos. Porque como decía Don Bosco: “¿Quieren hacer una cosa buena? Eduquen a la juventud. ¿Quieren hacer una cosa divina? Eduquen a la juventud. Esta, entre las cosas divinas, es divinísima.”