Hace ya 10 años que comenzó una tradición que se ha ido asentando con fuerza en la idiosincrasia teranguera. Esta tradición es la cita anual con la Asociación Veciñal San Breixo Seixalbo. Quizás, ésta es una de las actividades que con más ilusión esperamos cada septiembre y, que de alguna forma, representa el fin del verano y el inicio de un nuevo curso.
Esta actividad se enmarca dentro del Programa de actividades de participación democrática, desarrollo comunitario, población autóctona y población migrante y su objetivo es generar un espacio de convivencia entre las personas que se encuentran en un proceso migratorio y las oriundas de un lugar determinado -en nuestro caso Seixalbo-.
La vecindad de esta villa fue la anfitriona de este día tan mágico en el que participaron más de 120 personas. Comenzamos con el traslado en autobús que nos llevó desde la Alameda de Ourense a Seixalbo. Una vez allí, nos engalanamos con el pañuelo símbolo del festejo y recibimos la bienvenida formal por parte Xosé Carballido – presidente de la asociación veciñal- quién hizo entrega a Nuria García, como representante de JuanSoñador Ourense, de una placa conmemorativa de la confraternización Seixalbo-Teranga.
Una vez transcurridas las formalidades y la visita guiada por la villa pasamos a la fiesta. Una celebración en la que pudimos saborear comidas de diferentes regiones del mundo preparadas por las personas participantes de Teranga. También disfrutamos de los tradicionales pimientos de la villa y, finalmente, dimos paso al baile.
El baile estuvo amenizado por el grupo de folclore Os amigos, con danza tradicional de antiguas integrantes del grupo Castro Floxo, y el colofón final lo puso el ritmo de Os perqtores. Como ya hemos dicho, el resultado fue un día mágico; en el que comimos, bailamos, reímos pero, sobre todo, convivimos como iguales desde la reivindicación de la riqueza de la diversidad existente en el mundo.
¡Gracias Seixalbo!