El Sistema Preventivo de Don Bosco trata de hacer que los jóvenes se desarrollen en un ambiente educativo donde las relaciones de cercanía, unas normas razonables y una preocupación por el desarrollo integral de la persona hagan de él o ella un sujeto activo en su proceso de enseñanza-aprendizaje.
El modo en cómo Don Bosco entendió la educación ha sido seguido por muchos simpatizantes de su obra a lo largo del tiempo, entre los que se encuentra la congregación religiosa por él fundada, los Salesianos.
Toda su experiencia irá cristalizando en algo que el mismo denominará Sistema Preventivo en una obra que escribió, donde contrapone su método educativo al sistema represivo que predominaba en las escuelas de su época, en las que se trataba simplemente de hacer conocer la norma y aplicarla y donde el papel del educador era ejercido desde el castigo y la amenaza. En cambio, según Don Bosco (1877), la función del educador será la de un padre amoroso que guía y aconseja, y que es capaz de generar espacios educativos sanos.
El mismo Don Bosco (1877) nos indicará: “este sistema se apoya enteramente en la razón, la religión, y sobre el cariño” (p. 393). Podemos afirmar que estas tres dimensiones son para este educador la globalidad de la persona como lo recogerá Lenti (2011): “esta filosofía educativa se basaba en un cúmulo de principios que se resume en el trinomio Razón, Religión y Amor. Con estas bases construyó un ambiente espiritual y educativo caracterizado por la familiaridad, espontaneidad, confianza y alegría” (p. 80).